Colombia estar??a enfrentando un punto de agotamiento en su modelo tributario, seg??n lo advierte el economista y exdirector de la Dian, Jairo Villabona Robayo, director del Grupo de Estudios Fiscales y Equidad (GEFE) de la Universidad Nacional, quien en su m??s reciente informe concluye que el sistema fiscal colombiano
???ya no tiene capacidad de corregirse a s?? mismo??? y requiere trabajar con lo que se tiene, pero haciendo las cosas bien.
En un reciente informe, este analista asegur?? que si bien hay m??ltiples razones por las que esto sucede, el diagn??stico es claro y apunta a que el pa??s combina un bajo nivel de recaudo, un gasto tributario excesivo, una evasi??n generalizada y una estructura productiva d??bil que limita la base gravable. En palabras simples, el Estado recauda poco, concede demasiado y gasta m??s de lo que puede sostener.
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En primer lugar, el estudio cuenta que el d??ficit fiscal se ha casi duplicado desde 2019, pasando de niveles moderados (2,4% a 4% del PIB) a cifras hist??ricas de entre 4,2% y 7,8% del PIB en el ??ltimo quinquenio; aunque reconoce que durante la pandemia, el Gobierno debi?? aumentar el gasto para cubrir subsidios, estabilizar precios de combustibles y pagar deudas con Ecopetrol y el Fondo Monetario Internacional, lo que llev?? la deuda neta a 60% del PIB, un salto de 12 puntos frente a 2019.
En este sentido, acota que aunque esas decisiones evitaron una crisis mayor en su momento,
dejaron un rastro de vulnerabilidad fiscal; no hay que pasar por alto que solo el pago de las obligaciones del Fondo de Estabilizaci??n de Precios de los Combustibles (FEPC) ha costado m??s de $80 billones desde 2022, a lo que se suman $18 billones en subsidios de energ??a y gas, y $30 billones en el cr??dito con el FMI. Tres rubros que, por s?? solos, superan el presupuesto anual del sector educaci??n.
La declaraci??n de renta es un proceso de obligatorio cumplimiento para los residentes en Colombia.
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???El pa??s no podr?? recuperar la sostenibilidad fiscal si no toma medidas de fondo para aumentar el recaudo real y racionalizar los beneficios tributarios, que hoy erosionan gran parte de los ingresos potenciales???, sentenci?? Villabona.
Gasto tributario: el agujero invisible
Al referirse a las causas de este agotamiento fiscal, el an??lisis resalta un elemento no menor: el Gasto Tributario, es decir, los recursos que el Estado deja de percibir por exenciones, deducciones, descuentos o tarifas especiales. Seg??n el GEFE, este es el principal factor que ha llevado al sistema al l??mite, dado que en Colombia, su magnitud es excepcional y ronda el 8,8% del PIB, equivalente a $135 billones, m??s del doble del promedio latinoamericano (4,7%).
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???El pa??s es el que m??s dinero deja de recaudar por beneficios fiscales en toda Am??rica Latina. Buena parte de esos beneficios se concentran en sectores espec??ficos, como el hotelero, la construcci??n o la agroindustria, y muchos se mantienen sin una evaluaci??n de su efectividad o impacto social???, subraya Villabona.
Explicando mejor su punto, se??alaron que para 2022, los gastos tributarios representaron el 56%
de los ingresos potenciales del sistema, lo que significa que, por cada 100 pesos que el Estado podr??a recaudar, pierde $56 por decisiones legislativas; mientras que solo en el IVA, las exclusiones y exenciones costaron $77 billones, y en renta empresarial el costo fiscal lleg?? a $28 billones.
El grupo GEFE advierte que es necesario fiscalizar mejor la financiaci??n de las campa??as pol??ticas.
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Por otra parte, advirtieron que el modelo tributario colombiano no cumple con los principios de equidad ni progresividad, ya que la carga impositiva se distribuye de manera inversa a la capacidad econ??mica de los contribuyentes y mientras en la OCDE, el impuesto de renta de personas naturales representa el 83,5% del total recaudado y el de empresas solo el 16,5%, en Colombia ocurre lo contrario.
???Ac?? las personas pagan 18,4% y las empresas 81,6%. Es decir, el sistema se apoya sobre el sector productivo formal, mientras los hogares de mayores ingresos aportan proporcionalmente menos y por eso el resultado es una estructura regresiva, donde los impuestos indirectos como el IVA pesan m??s sobre los hogares
de bajos ingresos, y donde la tributaci??n no logra reducir la desigualdad???, dice el reporte.
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Tambi??n se??alaron que las tasas efectivas de tributaci??n son altamente dispares y rese??ando datos de la Dian, contaron que en 2019 el sector financiero pag?? una tasa efectiva del 16,1%, mientras la nominal era del 33%. En contraste, la agricultura y la manufactura pagaron alrededor del 24 %, concluyendo que el sistema actual premia la intermediaci??n y castiga la producci??n.
Evasi??n y debilidad institucional
A este cuadro se suma la evasi??n tributaria, que Villabona estima entre $90 y $100 billones anuales, equivalentes al 5,4% del PIB. Solo en el impuesto de renta empresarial se evaden cerca de $46 billones al a??o, y en el IVA, $30 billones; por razones que van desde la debilidad de la administraci??n y la baja probabilidad de sanci??n; hasta la complejidad normativa y una cultura de tolerancia social frente al fraude fiscal.
La econom??a del pa??s ya no aguanta tanta reforma tributaria.
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???Aunque la Ley 1819 de 2016 tipific?? la evasi??n como delito, los umbrales penales son tan altos, con m??s de 1.000 salarios m??nimos, que la mayor??a de los casos quedan impunes.Colombia prioriza el recaudo sobre el castigo. Quien evade puede conciliar con la Dian y evitar la c??rcel pagando lo adeudado, una pr??ctica que desincentiva el cumplimiento voluntario y mantiene la impunidad en niveles cercanos al 90%???, destacaron.
Otro s??ntoma del agotamiento del modelo es su inestabilidad normativa, punto en el que rese??aron que si bien entre 1990 y 2022, Colombia ha aprobado 22 reformas tributarias, una cada a??o y medio, ninguna ha logrado aumentar
de forma sostenida el recaudo ni la presi??n fiscal, que sigue por debajo del promedio regional.
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???Mientras pa??ses como M??xico o Chile realizan reformas cada d??cada con visi??n estructural, Colombia ha convertido la tributaci??n en un mecanismo de emergencia fiscal. Un sistema bien dise??ado no requiere ajustes permanentes; cuando se reforma constantemente es porque no funciona???, advierte Villabona.
Por ??ltimo, mientras el an??lisis sostiene que todo lo anterior deriva en una volatilidad que
erosiona la confianza del contribuyente, genera inseguridad jur??dica y fomenta la evasi??n, llama la atenci??n sobre las falencias tecnol??gicas y de gesti??n en la Dian; dado que actualmente la entidad opera con m??s de 23 sistemas de informaci??n desarticulados, lo que genera errores, lentitud y riesgos de seguridad.
La econom??a del pa??s ya no aguanta tanta reforma tributaria.
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???El proceso de modernizaci??n financiado con un cr??dito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$250 millones busca digitalizar y unificar la informaci??n tributaria, pero los avances a??n son parciales. La falta de trazabilidad y los procesos manuales limitan la fiscalizaci??n y facilitan la evasi??n???, concluyeron.
Ante esto, los expertos del Grupo GEFE cerraron insistiendo en que no se trata solo de actualizar equipos, sino de construir una cultura institucional de integridad y control, con personal capacitado y
herramientas de inteligencia artificial que permitan identificar patrones de riesgo en tiempo real.
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As?? las cosas, el documento cerr?? diciendo que el pa??s necesita un redise??o integral que combine eficiencia, equidad y sostenibilidad, con un control real al gasto tributario, una persecuci??n penal efectiva de la evasi??n y una pol??tica industrial que ampl??e la base gravable. De igual forma, que reconozca los errores que est?? cometiendo y que planee soluciones desde su modelo productivo.
DANIEL HERN??NDEZ NARANJO
Periodista de Portafolio
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